En Pizarras y Pizarrones hemos desarrollado un trabajo de campo cuyo objetivo es analizar las preferencias en lecto-escritura de nuestros lectores, así como las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Les hemos pedido su colaboración para completar una pequeña encuesta anónima que como máximo les insumiría 10 minutos. Agradecemos su participación! La encuesta cerró el 31-08-17 y en unos pocos días publicaremos sus resultados...

lunes, 9 de julio de 2012

¿Racista yo? (XV)

Autoras/es: Comisión Europea - Dirección General de Información, Comunicación, Cultura y Sector Audiovisual - Unidad «Publicaciones» *
Una ficha bibliográfica figura al final de la obra.
(Fecha original del artículo: Junio 1998) 











La Unión Europea tiene la intención de luchar contra la discriminación por razones de sexo, raza, origen étnico, religión y creencias, minusvalías, edad o tendencias sexuales. Este folleto, destinado a profesores y jóvenes, reúne un conjunto de bromas y documentos útiles destinados a estimular la reflexión y el debate sobre el racismo.




* Este cómic está publicado en las siguientes lenguas oficiales de la Unión Europea: español, danés, alemán, griego, inglés, francés, italiano, neerlandés, portugués, finés y sueco.

3 comentarios:

Juan del Sur dijo...

Verdaderamente, qué incomprensible que se publique algo de tan extrema superficialidad: ¡por supuesto que todo depende de la situación y las circunstancias! A mí pueden resultarme muy placenteros unos días de campamento, viviendo en carpa con toda la precariedad del caso, pero no aceptaría vivir toda la vida así.
Este cómic no es útil para "estimular la reflexión y el debate sobre el racismo", pero si estimula a reflexionar sobre la estupidez y la tilinguería.

Juan del Sur dijo...

(Continuación.) También es posible que la Unión Europea y pizarrasypizarrones publiquen semejante bobada como un test, para ver si los lectores están atentos, si piensan críticamente. Si piensan, bah.
Tiempo perdido, señoras y señores. Una ínfima, insignificante porción de la humanidad piensa (hacia este tema deberían orientarse todas las investigaciones y acciones de quienes queremos una vida mejor y más justa, porque por esa causa el mundo está como está: si las mayorías pensaran no se dejarían gobernar por las minorías privilegiadas).
Si una persona considera políticamente correcto pronunciarse contra el “racismo” (ya se verá el porqué de las comillas), y sigue con placer una serie como “¿Racista yo?”, ya está predispuesta para que cada entrega renueve su satisfacción, su confort mental. No la analizará; basta la sola enunciación del propósito de la columna para que la dé por útil, para que la reenvíe a sus contactos, etcétera.
Exactamente lo mismo pasa con la firma que refrenda un texto o un dibujo: varias veces me ha correspondido en los últimos tiempos desmontar las canalladas suscriptas por firmas “prestigiosas” en medios de izquierda o afines.
Y ahora voy a lo de “racismo”: en ninguna parte del dibujo hay expresión de racismo. “Racismo” es proclamar la superioridad biológica del propio pueblo o raza respecto de otros pueblos o razas supuestamente desfavorecidos en el reparto de virtudes. El señor Xeno (“extranjero”, en griego: ¡qué cerebro desfavorecido, el del autor!) en ningún momento se expresa acerca de la inferioridad de los semitas o los árabes: no hay racismo.
Quien adultera el significado de las palabras es reaccionario: quiere que no podamos pensar el mundo para que no podamos transformarlo. Hace un matete de todo. Está en contra de que seamos capaces de distinguir, de discriminar. Han logrado, por ejemplo, que esta última palabra, “discriminar”, se transforme en expresión de una actividad negativa, siendo que es una facultad superior del cerebro del ser humano, y también una aptitud de los cerebros animales y de los protosistemas nerviosos de las especies más elementales. Si no pudiéramos discriminar no podríamos elegir. Seríamos piedras o, a lo sumo, vegetales.
Donde se dice habitualmente “discriminar”, con el rédito político suplementario de transformar este verbo sublime en una mala palabra y una mala acción, corresponde, según el caso, usar “estigmatización”, “prejuicio”, “segregación”, “negación de justicia”, "menoscabo”, “restricción”, “humillación” y muchos más vocablos específicos para cada hecho particular. Por caso, el machismo y la misoginia pueden dar lugar a menoscabo y opresión, lo cual es repudiable, pero discriminar entre mujeres y hombres es de enorme utilidad. No me pidan que les explique.
Utilizar los nombres correctos para las cosas es el requisito para alcanzar nuestros fines, pues cada palabra estalla en una constelación de conceptos relacionados, tanto en lo intelectual como en lo emocional, y ello direcciona nuestras ideas. Esto, a su importancia teórica, aúna su utilidad práctica (“no hay nada más práctico que una buena teoría”), puesto que una diagnosis correcta pone en buena senda para corregir el problema: si los traumatólogos trataran como luxaciones todas las dolencias que podemos padecer en nuestras piernas, al cabo de algunos años andaríamos todos rengos.
Tratemos de no quedar rengos del cerebro, que es peor.

Stella Maris Torre dijo...

Gracias por tu comentario, Juan del Sur.
Por nuestra parte pensamos que los comics de esta serie pueden ser un buen punto de partida para que en el aula alumnas, alumnos y docentes construyan su propio conocimiento acerca del racismo, por eso mismo los incluimos dentro de "material didáctico". Ni de lejos apelamos a que el lector "se trague" la información servida en bandeja sino a que intente poner en juego su pensamiento crítico en la búsqueda de la verdad.
Un cordial saludo,
Stella,
Pizarras y Pizarrones